Ser único. Ser feliz.

- Eso no es normal

- Lo sé. Pero, ¿quién quiere ser normal?

martes, 14 de junio de 2011

Asusntos serios en la guarderia :D. Bendita inocencia.

Hoy me he despertado con ganas de escribir. Pensarás que eso no es novedad alguna, pues escribir ya es parte de mi día a día, y que hoy tuviera más ganas de hacerlo no tiene nada de fascinante. Pero en realidad hoy no ha sido como los demás días, ni voy a escribir esta historia como he escrito todas las demás. Normalmente hasta que no me encuentro delante de una hoja en blanco no empiezo a ordenar mis pensamientos para plasmarlos en el papel. Casi siempre, me limito a buscar que quiero contar, y a partir de ahí la historia se escribe sola. Pero esta vez no va a ser así. Esta vez creo que no escribo, o al menos que no invento.
Esta mañana me he despertado y tenía un montón de imágenes en mi cabeza. Me invadía la sensación de haber estado toda la noche soñando algo muy intenso. He ido derechita hacia el salón tratando de recordar de que se trataba el sueño, y me he dado cuenta de que podía reconstruir la situación casi al completo sin problema. Parecía algo demasiado coherente para ser un sueño, porque nadie sueña días normales en los que todo lo que pasa podría ser perfectamente real. Así que he entrado en la cocina, y como cada mañana, me he puesto a hablar con mi madre. Cuando me he puesto a describir las personas que aparecían en el sueño, y que yo creía no conocer, mi madre me ha dicho que eso debía de ser un recuerdo, porque esas personas a las que había descrito se parecían bastante a mis amigos de la guardería. Me ha impactado mucho esta situación. Por esta razón, cuando he llegado a casa he pillado por banda un álbum de fotos de aquella época en la que he conseguido encontrar a gente que me resultaba familiar.
Haya sido sueño, o recuerdo me ha llamado mucho la atención que hoy se haya presentado en mi cabecita sin avisar. Que caprichosos son los recuerdos. un día aparecen tan nítidos que podrías describir hasta el más mínimo detalle algo que parecía estar borroso y olvidado en tu mente. Y en ocasiones se entrelazan entre si dando lugar a situaciones irreales en tus sueños.

En definitiva, no estoy segura de haber vivido en primera persona esta historia, ( principalmente porque de ser así tuvo que desarrollarse cuando sólo tenía dos añitos), pero aunque sólo sea que alguien la ha escrito en mi cabeza para que pueda contarla, voy a hacerlo. Espero que os inspire tanta ternura como me ha inspirado a mi ahora que he reconstruido todas las piezas del puzzle...


El escenario fue una guardería. Los protagonistas no sabían mucho de la vida, pero sí sabían como divertirse los dos juntos. No tenían ni idea en que consistían los “juegos de mayores” que provocaban que todos se quisieran parecer tanto, pero sí sabían como arreglárselas para jugar con la plastilina y las ceras o a ser un superhéroe con el abrigo a modo de capa. Debían de ser novios, porque en la guardería todo amigo importante se convierte automáticamente en tu novio, y no tienes ningún problema de proclamarlo a los cuatro vientos. Fuera como fuese, estaban haciendo un castillo de arena en el patio cuando se pusieron a hablar seriamente:

  • Este es nuestro castillo.- dijo él mientras amasaba bien la última torreta.
  • Tenemos que construirlo bien, bien para que algún día podamos vivir en él.
  • Yo soy el príncipe, así que supongo que si tu eres la princesa tendremos que casarnos.
  • Yo no puedo casarme.
  • ¿ Por qué? Tu eres mi novia. Los novios se casan. Además vamos a tener castillo y todo.
  • Ya lo sé pero yo he oido a mi mamá decir que sólo es bueno que me case cuando encuentre a “un hombre hecho y derecho” ,y no sé que es eso, pero creo que mi mamá me explicó que un chico que no tiene bigote nunca puede serlo.
  • Entonces, ¿ Cuando tenga bigote podrás casarte conmigo y podremos vivir aquí los dos juntos?¿ Crees que tu mamá se enfadaría si te casaras con un chico sin bigote?
  • Si. eso creo. Creo que eso es importante para ella. Aunque mi papá no tiene bigote, así que creo que después de que nos casemos podrás quitártelo.
  • Que cosas hay que hacer para ser mayor.



Llegó la hora de la merienda, y tuvieron que dejar su obra arquitectónica para después. Él no se lo pensó dos veces: cogió el vaso de leche, bebió un sorbo grande se giró y dijo:


  • Mírame. Ahora tengo bigotes de leche. Creo que ya soy “ un hombre hecho y derecho” así que podemos casarnos, y después ya podré quitarme el bigote.



Ojalá esa locura y esa ternura que teníamos no haya muerto y pueda salir a la luz cuando nos enamoremos. Ojalá.



Pauli.
4/03/11


No hay comentarios:

Publicar un comentario

muerde la vida

HAIRCUT from MAMMOTH on Vimeo.