Ser único. Ser feliz.

- Eso no es normal

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viernes, 23 de diciembre de 2011

Capítulo 16: El muérdago te da el primer empujoncito...

¿Alguna vez te has dado cuenta de que nos pasamos la vida pidiendo permiso?
Es normal que sea así, porque cuando somos pequeños no tenemos ni criterio ni experiencia para valorar la situación, y cuando crecemos tenemos alrededor muchas personas en las que debemos pensar  antes de actuar. Sin embargo nadie pide permiso y espera ansiosamente esperar un no, bueno al menos casi nadie, porque está visto que hay gente para todo.  Hasta para pasar por la vida en automático sin pararse a pensar. 
Muchas veces sin embargo, cuando pedimos permiso la respuesta es no, y esto ocurre porque vivimos en una sociedad reglada en la que hay ciertas cosas que no son políticamente correctas o que los que te rodean no ven bien que hagas. Creo que después de 15 capítulos ya sabéis que estoy en contra de seguir algo por el simple hecho de que esté establecido, y mucho más de hacerlo por quedar bien ante los demás; Sin embargo yo entiendo que el ser humano necesita reglas principalmente para no dañar al resto de personas que nos rodean. Lo que pasa es que  cada vez que alguien no te de permiso para algo para mí la mejor opción es escuchar una explicación y hacerlo sin mirarse el ombligo por un momento comprendiendo si realmente es razonable lo que se argumenta y valorando objetivamente y sin tener en cuenta tus ganas si la regla establecida ha sido establecida con criterio. Sé perfectamente que esto es díficilísimo, pues somos seres incapaces de eliminar toda nuestra parte subjetiva, pero debemos intentarlo, pues una buena argumentación por nuestra parte puede poner la partida a nuestro favor. De todas formas, por muy buenos y objetivos que sean tus argumentos a quien le pediste permiso siempre tiene la última palabra, luego tú eres libre de obedecer o no atendiendo a las consecuencias...


¿Por qué me enrollo tanto con todo esto?


Pues muy sencillo, para que veas que el conseguir permiso es muy difícil porque los seres humanos actuamos a partir de prejuicios y leyes establecidas que tratan a todos los seres humanos por igual en todas las situaciones. Esto es así incluso  aunque todos seamos únicos y no actuémos de la misma forma ante dos situaciones idénticas. Por ejemplo, los padres tienden a pensar que las niñas son más indefensas e influenciables que los niños, y por tanto, sin tener demasiado en cuenta la personalidad de sus hijas las protegerán más insistentemente que a sus hijos. Esto está claro que depende de la persona porque hay chicas con las ideas muy claras y chicos que no las tienen tanto. Por lo tanto, lo que intento aconsejar es que dejemos de pedir permiso para todo, porque es cierto que hay cosas que necesitamos preguntar, pero puedes estar seguro de que no para todo se necesita la aprobación de alguien.

Si nos adentramos  en el mundo de los besos, pedir permiso se convierte en algo absurdo. Pedir permiso antes de dar un beso es de indeciso. Además si se pide permiso automáticamente, la improvisación desaparece y el factor sorpresa se esfuma, es entonces cuando entra en funcionamiento la parte racional del cerebro que hará que le de tiempo a pensar y a no darte permiso...

Es más si no te da permiso la situación es igual de incómoda que si después de besarte te dice que el amor no es correspondido...

Dejarse llevar por los impulsos es imprescindible, y  si se necesita un empujoncito en estas fechas el muérdago puede ayudar...
Yo creo que la tradición del beso debajo del muérdago surge cuando tras un momento de silencio uno de los dos por fin se decide a lanzarse sin preguntar, y después para justificarse inventa la tradición como si esta proviniera de una leyenda de amor...

Seguro que en ese momento entre la distancia mínima de seguridad, y lo irresistible que sonaba que se hubiera inventado una leyenda solo para besarla, ella se replanteo su relación con él...

Por eso yo creo que no debe darnos miedo arriesgar en el amor porque las situaciones diferentes son las que al final convierten la historia en especial. Además antes mencioné que nuestra sociedad está reglada, pero esta visto que NADIE puede poner reglas unánimes para todas las historias de amor, porque siempre seguirán existiendo personas con brillo en los ojos que luchen contracorriente por intentar mantener la intriga en todos y cada uno de los momentos de su historia.


Atrévete a inventar tu propio muérdago.



...Paula

Cuanta reflexión propia


PD: ese hombre fue un visionario que comprendió que antes de un beso sobran las palabras y que es mejor guiarse por impulsos y establecer así reglas mútuas que sólo hagan más morbosa e interesante la vida de aquellos que la comparten.

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muerde la vida

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