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lunes, 19 de septiembre de 2011

Capítulo 14: Los besos se parecen al vino...


No puedes ni imaginarte en cuantas cosas se parecen los besos al vino.

Para empezar, existen multitud de bebidas alcohólicas que se usan para pasar el rato entre amigos. Su principal función es emborracharte cuanto antes para dejar de ser quien eres,desfasar y ligar como nunca. Vale, no hace falta que os las presente más en profundidad porque creo que la mayoría las conocéis de sobra. Son vuestras compañeras de fin de semana, y son más baratas y efectivas que el vino a la hora de emborracharte.
Estas amigas se parecen mucho a los besos de alquiler en muchas cosas.
Para empezar se buscan para ser aceptado. Si no tuvieras personas que se arrodillan ante ti cuando das doce besos de alquiler en una noche, no lo harías, al igual que si nadie te convirtiera en miembro de un grupo no te beberías seis cubatas y te fumarias dos porros para acabar toda la noche vomitando y sin acordarte de nada al día siguiente. Puede que aunque nadie opinara sobre tu manera de actuar, o aunque esas opiniones no te importaran si regalarías algún que otro beso de alquiler sólo porque se despertaría en ti una curiosidad parecida a la que siente el que nunca ha bebido y ve como otros se divierten entre copas. Pero lo que tengo muy claro es que ni a nadie le gusta vomitar cada viernes, ni nadie es tan psicópata que se dedica a coleccionar besos sin mensaje. Detrás de ambas acciones, queramos o no está la aceptación social. Pero llegará un momento en que nadie decida por ti, y serás tu el que te enfrentes a la vida, así que más te vale empezar a tener criterio propio. Tener criterio propio no significa que no bebas hasta vomitar, significa que si lo haces sea porque tú tienes razones para hacerlo, pero no porque los adolescentes tengan que irse de botellón.

El vino es más difícil que te emborrache, pero con un buen vino sabes que siempre aciertas. Algo parecido pasa con los besos primitivos ¿no crees? Los besos primitivos no son de esos que sueles ir contando a todo aquel que se cruza en tu camino, son besos más bien privados... Sin embargo un beso con mensaje nunca puede dejar indiferente

Hay casi tantos besos diferentes como imagines, y aunque todavía no me has dicho cual es tu beso especial porque nadie parece reaccionar ante la revolución en el mundo del beso propuesta hace dos capítulos, pocos límites se les pueden poner a los besos. Me llama la atención que con los mismos ingredientes (improvisación y dos bocas que se encuentran), se puedan crear muchos tipos de besos diferentes. Esto es igual que el pan, el chocolate,o que los vinos usando prácticamente los mismos ingredientes obtenemos muchísimas variedades diferentes. Esta variedad hace que sea difícil que exista alguien a quien no le guste ningún tipo. Además según las características propias de cada uno son más apropiados para unas situaciones concretas lo que hace que podamos gozar de su presencia día a día. La variedad rompe la monotonía convirtiendo su degustación en un momento en el que reina la incertidumbre y permitiendo a su creador el añadir el factor sorpresa que provocará una acogida muy interesante. No sé muy bien si hablo de besos o de vinos, porque la verdad es que todo lo anterior se puede aplicar a ambos por igual, así que sigamos con el análisis de semejanzas.

Hay algo que me fascina aún más sobre el vino, el pan y los besos. Además de existir cientos de variedades de cada uno, no queda ahí la cosa. En los tres casos siempre hay un toque personal e intransferible de quien lo crea. Aunque se siga una receta al pie de la letra, dependiendo del cocinero el resultado final es diferente, y por eso nunca puedes cansarte de degustarlos.



Además los grandes vinos son los que se degustan tras años de paciencia. Esto en relación con los besos no debe decir que no se deben dar besos a diario porque serán peores que besos para los que has esperado meses, no pretendo que después de haber encontrado a la persona con la que quieres compartir tus besos la tengas a pan y agua con el objetivo de tener un beso intenso al mes...
En el entorno de los besos esta afirmación no es tan radical. Pueden existir besos intensos a diario. Esta comparación es más bien para aquellos a los que le cuesta mantener la esperanza de que aún quedan personas diferentes, o para aquellos que llevan mucho tiempo esperando un beso que no llega...
Yo creo que es importante recordar que algunas cosas mejoran con el tiempo.

Los besos se parecen a una botella de vino porque son irrepetibles, y aunque vengan de la misma cosecha nunca probarás dos iguales. Los besos se parecen al tapón de corcho que cierra la botella pues son un gran recurso para cerrar conversaciones en las que no hay más palabras que valgan. Las manchas que deja el vino en tu corbata se parecen a las huellas que deja un beso en tu alma. No te vale cualquier vino a cualquier precio igual que no te vale un beso cualquiera y solo te vale su beso.


Después de todo he encontrado también algo en lo que los besos y los vinos no se parecen en absoluto. Las botellas de vino se acaban, en cambio los besos perduran al igual que lo hacen las ganas de besar. Si esta sed muere creo que deberías hacértelo mirar.






 

...Paula


Cuanta reflexión propia.

1 comentario:

muerde la vida

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